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Marruecos, una nación donde la agricultura está profundamente arraigada en su identidad, se perfila como un actor importante en la configuración de la nueva realidad del siglo XXI. Con un recurso hídrico renovable anual de 21 km20 (tres veces superior al de Argelia, seis veces superior al de Túnez y 3 veces superior al de Israel), Marruecos destaca en la región mediterránea.
Los diversos climas, situaciones agroecológicas y rica biodiversidad del país crean un entorno único para una gestión y producción agrícolas variadas. Durante las últimas cinco décadas, Marruecos ha invertido significativamente en infraestructuras de riego, plantaciones de árboles y mejora del acceso al agua y la electricidad. Esta transformación sienta las bases para una relación redefinida entre las zonas urbanas y rurales.
La urbanización rural se convierte en una perspectiva factible, presenta oportunidades para numerosos empleos en el sector servicios y aprovecha el vasto potencial de la población joven del país. Con un 36.3% de los marroquíes entre 15 y 34 años, la juventud rural representa un activo valioso, que posee habilidades actualizadas e impulsos creativos.
Los productores e industriales marroquíes, particularmente en el sector hortícola, han cumplido con éxito los estándares de calidad internacionales, lo que les ha permitido acceder a mercados más lucrativos. La proximidad geográfica y cultural a Europa, facilitada por la mejora de las infraestructuras de transporte, fortalece aún más la posición de Marruecos. El país, si bien solidifica sus vínculos euromediterráneos, sigue abierto a oportunidades globales.
En el ámbito del regionalismo abierto, Marruecos tiene el potencial de convertirse en un centro agrícola clave, atrayendo inversiones europeas para exportar a Estados Unidos. El puerto estratégico de Tánger-Mediterráneo está preparado para tener un impacto transformador, facilitando el comercio internacional e impulsando la posición de Marruecos en el escenario agrícola mundial.
La agricultura de Marruecos no es simplemente un sector; es una fuerza impulsora detrás del desarrollo socioeconómico del país. Con un compromiso con la innovación, las prácticas sostenibles y la colaboración global, Marruecos está creando una historia de éxito que se extiende más allá de sus fronteras.