El economista Kubat Rakhimov habló con los invitados del programa sobre el potencial de la agricultura orgánica en Kirguistán.
Al aire de la radio Sputnik Kyrgyzstan, dijo que la república es líder entre los países postsoviéticos en la organización de las comunidades locales en la producción de productos orgánicos y un “sistema de participantes garantizados” reconocido por organismos internacionales.
El Director Ejecutivo de la Federación del Movimiento Orgánico “BIO-KG” Iskenderbek Aidaraliev señaló que el “sistema de participantes garantizados” es un mecanismo a través del cual los agricultores se certifican dentro del grupo.
“Para la organización de la agricultura orgánica, es decir, la producción agrícola sin el uso de fertilizantes químicos y pesticidas, la corresponsabilidad de los agricultores es muy importante. Es imposible dedicarse a la agricultura orgánica en una hectárea de tierra cuando un vecino fertiliza su campo con fertilizantes químicos. Esfuerzos comunes, coordinación en el cultivo del producto y trabajo con regiones orgánicas enteras”, dijo Aidaraliev.
Su colega, el coordinador del proyecto Organic Aimak, Sultan Sarygulov, dijo que la agricultura orgánica no es tanto un negocio como un estilo de vida.
“Kirguistán es de hecho un país único, hay muchas oportunidades para la agricultura orgánica. Buscábamos aimaks “orgánicos” potenciales sobre el terreno. Como resultado, los residentes de nueve aldeas en las regiones de Naryn y Talas aceptaron nuestro concepto. En esos lugares todavía hay reverencia por la naturaleza, respeto por la tierra y el agua. El cultivo y la producción de productos tradicionales brinda a regiones tan pequeñas tanto la oportunidad para el comercio como el potencial para el desarrollo del ecoturismo”, enfatizó Sarygulov.
Según él, es poco probable que Kirguistán pueda competir con sus vecinos en el mercado de la agricultura industrial, pero en el futuro puede convertirse en un líder regional en el mercado de productos orgánicos de primera calidad.