A pesar de los bajos precios de las cebollas en la temporada 2023-2024, los agricultores rusos no están reduciendo las superficies cultivadas. En un contexto de panoramas políticos y económicos en constante cambio, el cultivo nacional de cebollas se está desarrollando activamente, en busca de variedades más resistentes y adaptadas localmente.
Sin embargo, detrás de estas tendencias alentadoras se esconden serios desafíos y problemas. La situación relativa al control de la importación y circulación de plaguicidas en la Federación de Rusia sigue siendo absurda y recuerda al proverbio "golpéate para asustar a los extraños". Los organismos reguladores se esfuerzan por controlar por todos lados a los productores respetuosos de la ley, lo que genera numerosos inconvenientes para las empresas honestas. Al mismo tiempo, se importan al país productos falsificados y no registrados bajo la apariencia de mercancías imposibles de rastrear.
Este enfoque paradójico del control y la regulación lleva a que las entidades comerciales respetuosas de la ley se encuentren en desventaja en comparación con productores y comerciantes sin escrúpulos. Además, las restricciones y el control del Servicio Federal de Vigilancia Veterinaria y Fitosanitaria (Rosselkhoznadzor) pueden obligar a los consumidores finales a recurrir a la compra de productos no registrados o falsificados, evitando así la supervisión gubernamental.
La situación actual abre amplias oportunidades para acciones ilegales, especialmente teniendo en cuenta las fronteras abiertas con los países vecinos. El incumplimiento de las regulaciones y una transición completa a productos no registrados se convierten en alternativas atractivas para muchos participantes del mercado que enfrentan la presión de las autoridades reguladoras.
En este sentido, se requiere una supervisión más estricta de las violaciones legislativas y las actividades poco éticas para mantener prácticas honestas y garantizar la calidad y seguridad de los productos en el mercado. Sólo mediante los esfuerzos conjuntos del gobierno, las empresas y la sociedad se podrán crear condiciones favorables para el desarrollo de la agricultura nacional y el suministro a la población de productos seguros y de calidad.