En los últimos años, la provincia de Cádiz ha experimentado una expansión de la producción de aguacate. Hugo Siempre, de Pérez Zara Agrícola, dice que la superficie cultivada en el Campo de Gibraltar, una zona en el extremo sur de la provincia, alcanza unas 2,500 hectáreas. Anteriormente, allí se cultivaban principalmente cítricos. “Esta es una zona privilegiada porque recibe agua de las montañas alrededor de Grazalema y Ronda. El arroz incluso se cultivaba aquí en el pasado”.
“Pérez Zara Agrícola comenzó a cultivar cítricos en 1999. En 2015 cambiamos nuestro enfoque a aguacates. Tenemos 115 hectáreas de cultivo propio y si a eso le sumamos la superficie de los productores con los que trabajamos, este año, en el que esperamos volver a crecer un 10%, tenemos 220-230 hectáreas de cultivo de aguacate”.
Esta parte de la provincia tiene, además de la ventaja de la disponibilidad de agua -mucho más que en otras zonas de Andalucía, donde escasea-, otro punto fuerte para el cultivo de este fruto subtropical: el suelo calizo.
“En el sector del aguacate se suele escuchar que los suelos arenosos son los mejores para el cultivo del aguacate, pero si los suelos calcáreos se gestionan adecuadamente supone un enorme ahorro tanto de agua como de micro y macro nutrientes”, subraya Hugo. “Este tipo de suelo retiene mucho mejor el agua y los nutrientes. El suelo arenoso es más poroso y drena más, lo que requiere una mayor aplicación de agua y fertilizantes”.
“Con las técnicas de cultivo adecuadas, un suelo calizo es una ventaja, aunque hay que tener en cuenta varios factores. Uno de ellos es la genética de los árboles. En España se suelen plantar clones. Eso da calibres del 18 al 24. Pero en Perú y otros en zonas de cultivo que están fuera de discusión, utilizan principalmente árboles de hueso, que dan frutos más grandes.
Otro factor es el clima. En Andalucía -y España, Portugal y Marruecos en general- nos encontramos en una zona de extrema radiación solar y estrés térmico en verano. Por eso últimamente hemos visto un aumento en el uso de micropulverizadores encima de los árboles para evitar que la fruta sufra con el calor, porque demasiado calor afecta al calibre. El problema es, por supuesto, que tenemos escasez de agua aquí en el Mediterráneo”, dice Hugo Siempre.
“El uso de microaspersores aumenta considerablemente el uso de agua, cuando en realidad solo regula la temperatura atmosférica y solo mientras el aspersor está encendido. Pero lo que realmente necesita ser protegido del estrés tanto del calor como del frío es el sistema de raíces de la planta. Y eso solo se puede hacer con un buen manejo técnico del cultivo del suelo”.
“En nuestras parcelas tratamos de crear diferentes capas de suelo debajo de los árboles. Tienen que retener la humedad y evitar que el suelo quede expuesto al sol y al viento. Conseguimos que baje la temperatura del suelo y aumentamos la capacidad de fijar nitrógeno. Podamos los árboles para favorecer el crecimiento lateral para que su propia sombra proteja el suelo de las radiaciones solares, y finalmente, aplicamos nitrógeno y aminoácidos para conseguir un mejor desarrollo de las hojas.”about:blank
“Todas estas medidas, que además son de muy bajo coste, reducirán significativamente la huella hídrica del cultivo del aguacate. En los días en que la temperatura de este verano fue de alrededor de 38-39 grados y muchos de nuestros vecinos tenían sus microaspersores encendidos, la temperatura del suelo estaba en nuestro punto máximo. parcelas entre 26-28 grados”, dice Hugo. “Por otro lado, ese exceso de agua provoca problemas de hongos como Phytophthora”.
“Si queremos mantener el crecimiento del consumo de aguacate a nivel europeo en el futuro, la sostenibilidad será un tema crucial. El comercio minorista obligará a los productores de todo el Mediterráneo a certificar sus recursos hídricos y reducir la huella hídrica. Pero la calidad también es fundamental”. Hugo enfatiza.
“Pérez Zara Agrícola apuesta por el cultivo sostenible de aguacates de calidad superior. Entre diciembre y mayo cosechamos de media entre 70,000 y 80,000 kilos semanales. Siempre intentamos llevar esos aguacates al mercado lo más cerca posible de nosotros. Exportamos a largas distancias evitamos manteniendo pequeña nuestra huella de carbono. De momento nos podemos dar el lujo de vender la fruta en mercados que demandan calidad”.
“Ya hemos pasado una década de la burbuja del aguacate que ha dejado su huella en la calidad de la fruta que se encuentra actualmente en los supermercados. El consumidor se merece un buen aguacate, no una fruta mediocre a un precio demasiado alto. Y el sector debería darse cuenta de que la fruta de baja calidad ahuyenta a los consumidores, pero, por supuesto, no podemos prescindir de los consumidores".
Para más información:
Pérez Zara Agrícola
Ctra. a- 2101 km, 7.9
San Martín del Tesorillo (Cádiz) – España
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