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En la agricultura contemporánea, los tractores y cosechadoras dependen predominantemente del diésel y, según el ingeniero eléctrico Michael Sterner, es probable que esta tendencia persista durante un período prolongado. A pesar de las posibilidades teóricas como la energía solar, el hidrógeno, el metano y los biocombustibles, estas alternativas actualmente sólo son viables para vehículos agrícolas más pequeños, compartió Sterner en una entrevista con la radio pública alemana Deutschlandfunk.
Los tractores y cosechadoras en Alemania y en otros lugares suelen funcionar con diésel, y los sistemas de propulsión alternativos basados en hidrógeno, biocombustibles, metano o baterías son, por ahora, prácticos sólo para vehículos más pequeños, según Sterner.
"En la agricultura, los tractores pequeños o las carretillas elevadoras se pueden utilizar fácilmente eléctricamente", afirma el investigador de la Universidad Técnica de Ratisbona.
Sin embargo, cosechadoras más pesadas llevarían los motores eléctricos a sus límites técnicos actuales. Las baterías capaces de soportar la carga de tareas que consumen mucha energía en grandes vehículos agrícolas tendrían que ser significativamente más pesadas que los propios vehículos.
“En estas clases de potencia, las baterías hoy en día simplemente no son prácticas”, señala el experto.
Otras formas de propulsión eléctrica, como los sistemas de tambores de cables conectados a campos solares, tampoco lograron convencer a los usuarios en las operaciones de prueba.
Sterner sugiere que los motores basados en hidrógeno podrían ser una alternativa, pero también enfrentan desafíos técnicos relacionados con el tamaño del tanque y otros parámetros.
"Actualmente, los combustibles electrónicos, los biocombustibles y el metano son las soluciones más prometedoras para máquinas más grandes, pero aún no son fácilmente accesibles", comentó Sterner.
Subrayó, sin embargo, que las fuentes de energía renovables y descarbonizadas ofrecen numerosas oportunidades de ahorro e incluso de beneficio gracias a los equipos in situ y a las sinergias entre la agricultura y la bioenergía.
En los últimos días, las empresas agrícolas de toda Alemania han iniciado protestas generalizadas contra los recortes en los subsidios al diésel provocados por un cambio presupuestario gubernamental de último momento. Argumentan que estos recortes de subsidios y el aumento de los precios del carbono los han afectado más que a otros grupos empresariales, y exigen una reversión completa de las medidas después de que el gobierno indicó la semana pasada que las cancelaría o pospondría solo parcialmente.
Mientras el sector agrícola se enfrenta a los desafíos de la transición desde maquinaria basada en combustibles fósiles, está claro que todavía hay alternativas viables para vehículos más grandes en el horizonte. Los combustibles electrónicos, los biocombustibles y el metano son prometedores, pero enfrentan problemas de accesibilidad. Sin embargo, la sinergia entre la agricultura y las fuentes de energía renovables presenta oportunidades tanto de ahorro como de ganancias. El camino hacia la maquinaria agrícola sostenible requiere innovación continua y apoyo tanto de la industria como de los responsables políticos.